Ritorna vincitor

Hay logros que te dan un subidón simultáneo de adrenalina y de autoestima. Uno de ellos es conseguir entradas para el Real por internet para más de dos personas. No sólo es que tengas que tener cuidado para no meter la pata y no
comprarlas para días distintos, que al vigésimo quinto intento ya no sabes
casi ni lo que estás haciendo, es luchar contra la escasa capacidad del
servidor y las frecuentes interrupciones de la comunicación mientras ves cómo
disminuye el número de localidades disponibles, es interpretar los sibilinos
y arcanos mensajes que recibes y darte cuenta de que sólo vas a conseguirlo
con Internet Explorer y, por lo tanto, tienes que reiniciar el ordenador en
Windows y perder un tiempo precioso. Si luego resulta que tienes dos entradas
en un extremo del teatro y la otra justo enfrente, te parece que eres un
héroe homérico y que te hallas en los Campos Elíseos disfrutando de ninfas y
ambrosía.

Tengo que hablar con alguna academia para ver si damos un máster en telefonía
móvil. No en cuestiones técnicas, para eso están los teleñecos y, total,
luego las empresas hacen lo que les apetece. El curso se centraría en cosas
mucho más complejas, como la interpretación de los menús de los móviles.
¿Acaso por ser un smartphone no puede poner las cosas claras? ¿Por qué en la
agenda pone "detalles" en lugar de poner "datos" o algo igual de claro? He
tenido que buscar a fondo en el manual de instrucciones para averiguar la
manera de añadir un número a la agenda, y sólo lo he descubierto gracias a
mis profundos conocimientos de la cábala talmúdica (que soy como Madonna,
vamos). Todo eso, tras arreglar el desastre que causó la "sincronización"
entre la agenda del teléfono y la de Outlook. Mientras tanto, el 8210 sigue
de huelga y defiende los datos que tiene guardados como si fueran el Santo
Grial.

Me llaman para preguntarme si hace frío. Nada extraordinario, aunque no es la
situación tropical que publicitaban los informativos de televisión hace dos
semanas. Parece que la gente tiene una memoria más volátil que la de muchos
ordenadores y no recuerda las características meteorológicas y climatológicas
de su país. En mayo siempre cae alguna nevada por las alturas, y no son
descartables tampoco en junio. Lo de cerrar Navacerrada al tráfico sólo es
una muestra de la tradicional coordinación y disponibilidad de los servicios
públicos en España. Parece que en Telemadrid acaban de descubrir que el
puerto de Navacerrada está en el municipio de Cercedilla y lo repiten como si
fuera una exclusiva. Por la tarde ya no queda ni rastro de la nieve. Mientras
tanto, el embalse como si estuviéramos en agosto. ¿Cuántas botellas de
Aquarius harán falta para ducharse? ¿Será bueno para el pelo? (Alguien que me
conozca diría que la segunda es una pregunta ociosa, pero sólo son
habladurías).

Para el que esté interesado, ya se pueden comprar boletos para el Sorteo del
Oro de Cruz Roja. No es que vaya a tocar (yo creo que los que entrevistan
todos los 22 de diciembre en la tele son actores contratados por ONLAE), pero
es Cruz Roja y algo de bien hacen.

Etcétera