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El mundo desde la Sierra de Guadarrama

Una visión personal de la vida en la Sierra de Guadarrama y de las impresiones que me causa lo que ocurre en el resto del mundo.

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Lugar: Guadarrama, Madrid, Spain

20 febrero 2006

Caricaturas y cosas serias

Hay casos en los que mantenerse en silencio es hacerse cómplice de los criminales, y éste es uno de ellos.

Debo expresar mi solidaridad con el Jyllands Posten y afirmar que no sólo tenía derecho a publicar esas caricaturas, sino que era su deber si consideraba que con ello cumplía mejor las funciones propias de la prensa libre. Esta expresión de solidaridad la hago extensiva, ampliada por una sincera admiración, a los periodistas de países musulmanes que han publicado las polémicas viñetas y que, por ello, sufren paro y cárcel. Ojalá su ejemplo cundiera también en las redacciones europeas.

Si alguien se siente ofendido por lo que publique cualquier medio de comunicación tiene un procedimiento muy sencillo: Dirigirse a ese medio para expresar su protesta o exigir una rectificación. Si, tras ello, no se siente satisfecho, siempre puede recurrir a los tribunales en los términos que considere oportunos. Lo que no puede hacer es exigir reuniones con el Gobierno y, al no ser recibido, internacionalizar la protesta. Eso muestra que no se estaba interesado en obtener una satisfacción a la ofensa recibida, sino en conseguir notoriedad y, quizás, en fines menos confesables.

Sólo destacar que las mayores manifestaciones no han tenido lugar en los pocos países musulmanes que disfrutan de un régimen democrático, como Indonesia y Malasia, sino en abyectas dictaduras en las que no se mueve una hoja sin permiso del Gobierno, como Siria. Si esto no abre los ojos sobre la manipulación de las protestas, no sé qué logrará abrirlos.

En cuanto a los límites de la libertad de expresión, recomiendo la lectura de un interesante artículo al respecto publicado este domingo, diecinueve de febrero, en El País por Paolo Flores D'Arcais (Contra las nuevas santas alianzas).

Vale

In memoriam José García Obeso (1923-2006)

Hasta siempre, tío.